Si nada lo remedia, Benedicto XVI, caerá sobre España los días 6 y 7 de noviembre de este año 2010. El desorbitado gasto que ocasionará al erario público, es a todas luces intolerable, ¡¡¡60 millones de euros!!! ¿Pero... no estamos en crisis? O es que los caciques que nos gobiernan solo se acuerdan de la crisis, a la hora de recortar prestaciones sociales.
De todas formas, no creo que en la cantidad citada todo sea gasto. Entiendo, que en esos 60 millones de euros están incluidas las comisiones que por decreto se llevarán algunos de los organizadores de la visita, a lo que hay que sumar, el suculento pellizco en millones de euros, que el Bene se llevará por la jeta, porque conociéndole, con las manos vacías no regresa este tío al Vaticano; eso seguro.
Seamos serios de una puñetera vez; si estamos en crisis, lo estamos para todo y con todas las consecuencias, y no se puede recortar gastos en partidas de vital importancia, teniendo al mismo tiempo manga ancha a la hora de gastar en banalidades. Además, ¿a qué viene el Bene, si está mucho más guapo quedándose en su lujosa mansión vaticana? Qué no venga, aquí, en la España del hambre y las carencias, no se le ha perdido nada; que mande una postal, con eso es más que suficiente para que no nos olvidemos de él... y de su madre.
De todas formas, como parece inevitable que el Bene cumpla su amenaza de caer sobre el pueblo español los días 6 y 7 del próximo mes de diciembre, sería bueno que fueran los incondicionales de este peculiar personaje, quienes pagaran de su particular bolsillo esos 60 millones de euros, eso sería lo justo, ya que los seguidores de otras sectas, y los que como es mi caso, somos ateos de rigurosa práctica diaria, no tenemos porque sudar calenturas ajenas.
CHE-CHU
Un comentario, por amor de Dios
