Fauna política:
De entre la desmesurada manada de maromos pertenecientes a la cosa política, una gran mayoría acostumbran a babear continuas demagogias cuando tienen un micrófono delante, al tiempo que critican con dureza las que sueltan por su boca aquellos que pertenecen a las bandas contr... a los partidos contrarios.
Abundan también, los muchos que dedican su tiempo al saqueo de dinero público y a otras actividades de similar pelaje, mientras no dejan de repetir hasta la saciedad, que se deben endurecer las condenas contra los corruptos y los chorizos de guante blanco.
Legión son también, aquellos que defienden a ultranza el régimen dictatorial de ideología fascista que por desgracia impera en España, sin cesar de alabar ante los medios de comunicación, la muy consolidada “democracia” española.
Da igual que estén en el gobierno o que acechen desde la oposición; la gran mayoría de cantamañanas que presumen de ser políticos, generan y apoyan con inusitado entusiasmo la consolidación de gobiernos de hambre, al tiempo que nos insultan intentando convencernos de que gozamos de un extendido y generoso estado de bienestar.
Y entre otras incongruencias más que no cito para no cansar, muchos son los políticos que defienden con uñas y dientes el bipartidismo opresor PP-PSOE, impidiendo con todo tipo de mafiosas artimañas que otros partidos, sobre todo si son de ideología izquierdista, puedan acceder a la alternancia política con posibilidades de triunfo, al tiempo que pregonan a los cuatro vientos la libre pluralidad política española.
Fauna clerical:
Mucho y muy malo, se puede decir de esa manada de insolidarios zánganos con solideo y alzacuello, que se apoderan impunemente de una cantidad que supera los diez mil millones de euros al año, a cambio de cometer todo tipo de desmanes que van en dirección opuesta a la ética, a la moral y al respeto a los más elementales derechos humanos, pero como sus delitos son tan perniciosos y abundantes, mejor lo dejo para otro día.
CHE-CHU