Lekeitio, Vizcaya; 6 de septiembre 2009, madrugada del domingo al lunes:
Un grupo de personas, se manifiesta para pedir el acercamiento de presos políticos de ETA al País Vasco, se niegan a retirar las fotos y pancartas que llevan e increpan a la policía. El incidente acaba en batalla campal. Consecuencia de ello, varios contenedores y vehículos quemados, así como destrozos en varios comercios y en mobiliario urbano. Y lo que es más preocupante; 7 heridos leves; 6 manifestantes y 1 ertzaina.
8 detenidos, que se encuentran a la espera de pasar a disposición judicial para ser juzgados.
Pozuelo de Alarcón, Madrid; 5 de septiembre 2009, madrugada del sábado al domingo:
Un grupo de nenes de papá, ante el requerimiento de la policía para que pusieran fin al botellón que estaban realizando, por ser ya las 3 de la madrugada, hora tope establecida para llevar a cabo esta actividad, increpan a los policías y comienzan a tirarles piedras y botellas. Minutos después, se organiza una batalla campal que acaba con varios contenedores, papeleras y un coche policial quemados; varios destrozos en diferentes comercios y en mobiliario urbano; así como el intento de asalto a la comisaría de policía por parte de 200 jóvenes. Y lo que es aun más preocupante; 10 policías heridos, 2 de ellos con lesiones graves, que tuvieron que ser hospitalizados.
20 detenidos, 7 de ellos menores, que fueron entregados a sus padres. Los 13 restantes, todos adultos, fueron conducidos a comisaría y puestos en libertad a la mañana siguiente a la espera de “nuevas diligencias”, por orden de la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Pozuelo de Alarcón.
Esta forma de proceder ante hechos que se parecen como dos gotas de agua, siendo incluso mucho más grave el ocurrido en Pozuelo, no es hacer justicia; es aplicar la ley del depende. Lo normal en una dictadura fascista.
CHE-CHU
Es mucho mas preocupante el fondo...
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