Estimado señor Corbacho:
Trabajadores, jubilados y personas de pocos recursos, no alcanzamos a comprender, (será porque no tiene explicación posible) porque tenemos que ser siempre nosotros, los paganos de todo lo malo. Y no lo digo solo por la grave crisis económica que estamos sufriendo, la misma crisis, que como usted conoce bien, fue provocada por la Banca y por otras entidades financieras, y que incomprensiblemente, mientras que a los causantes de semejante desbarajuste se les premia generosamente con millonarias cantidades de euros por su nefasta gestión, a nosotros, los componentes de los tres colectivos que le cito, inocentes que somos de toda culpa, se nos condena a padecerla y a pagarla en toda su magnitud.
Pero no puede quedarse solo en las entidades financieras; en quienes engordaron sus cuentas corrientes gracias a la recalificación de terrenos rústicos y en quienes especularon con el precio de un bien tan necesario como la vivienda, la culpa del desastre económico ocurrido. Porque existen otros culpables, aquellos que por omisión, pudiendo, nada hicieron por evitarlo. Son, quienes teniendo autoridad y todos los medios para frenar en seco el desastre que se nos venía encima a los ciudadanos de a pie, sabiéndose a salvo al ocupar una posición de privilegio, miraron para otro lado mientras se frotaban las manos viendo como aumentaba el PIB mediante el saqueo a los que menos tienen. Precisamente los mismos, que tienen el cinismo de presentarse ahora como salvadores de la caótica situación que con su dejación de obligaciones, contribuyeron a crear. ¿A qué estamos jugando con tan insultante tomadura de pelo?
Lo digo también, por la abusiva carga de impuestos indirectos en los productos de primera necesidad. Impuestos, que para aquellos que gozan de una economía saneada, no suponen ningún tipo de preocupación, pero que si son motivo de mucha preocupación y grave quebranto, para los trabajadores cuyos ingresos no superan los ochocientos euros mensuales, los mismos, que la propaganda oficial se empecina en llamar mileuristas y que son legión, ya que esa desmedida e injusta carga fiscal, supone tener que renunciar a una alimentación completa y sana. Lo que unido a la diaria frustración que sienten por su mala calidad de vida, acelera su postrero viaje a la otra vida. Lo mismo ocurre con aquellos jubilados que sufren las pensiones más bajas, y con aquellos, que a causa de su precaria situación económica, están abrazados a la miseria y que en este país, cada vez son más. Conclusión; las pensiones y los salarios de hambre matan. Con el agravante, de que lo hacen lentamente, a base de torturar a los afectados.
Y entre otras muchas injusticias, lo digo también, por la inseguridad en las calles ante la falta de policías que protejan a los ciudadanos de bien, de todo tipo de delincuentes. ¿Cómo es posible, que el señorito Aznar cuente para su protección y cuidado personal, con 51 empleados entre escoltas y asesores cuyos sueldos pagamos todos, mientras que a los ciudadanos de a pie se nos deja totalmente desprotegidos? ¿Es este un caso único o es costumbre entre la clase política privilegios como el citado? Sea uno o sean 50.000 quienes se recetan prebendas de tal magnitud. De lo que no cabe la menor duda, es de que como otros muchos, dicho gasto se aprueba a espaldas del pueblo, que es el que paga. En ningún momento se pide la aprobación de los ciudadanos mediante consulta popular, para disponer tan alegremente del dinero que es de todos, algo imprescindible en cualquier sistema político verdaderamente democrático. ¿Cómo se puede calificar esto; como abuso de poder; como apropiación indebida; o directamente de estafa?
Como siga produciéndose la ausencia de policías en las calles, además de que crecerá y mucho la inseguridad para los ciudadanos de a pie, dentro de unos años, los ahora niños, además de creer que la leche sale del tetra brik, acabarán creyendo también, que un policía es un parque temático o el politono de alguna canción de éxito. Sorprende, que España doble en funcionarios públicos a Alemania, cuando ese país nos dobla a su vez en población. Y sorprende todavía más, que con tanto funcionario público, en este país tengamos una importante carencia de médicos, enfermeras, policías y maestros.
Y por supuesto también, por la imposibilidad para muchos trabajadores, de poder acceder a una vivienda digna. ¿Acostumbra usted a ver el programa Callejeros, que se emite en el canal de televisión, Cuatro? Si es así, estoy seguro de que ha tenido que comprobar en que condiciones viven muchas familias españolas; En viviendas que rezuman humedad por los cuatro costados; Que se encuentran en estado ruinoso; O compartiendo espacio con ratas y cucarachas. Lo que más sorprende al ver tanta penuria, es que quienes la están provocando con su desmedida ambición, y quienes pudiendo, nada hacen por evitarla, puedan dormir tranquilos. ¿Tiene esta injusta realidad algo de democrático? ¿Se puede seguir mirando para otro lado, mientras se habla de estado de bienestar? Estará usted de acuerdo conmigo en que no y que el reparto equitativo de la riqueza, (algo desconocido a día de hoy en este país) resulta de vital importancia para evitar que el dinero de todos se concentre cada vez en menos manos, dando lugar a tantas y tan graves desigualdades sociales.
Los oprimidos (con la que está cayendo, de oprimidos tenemos que hablar) claman justicia, ya que entre otros muchos, atropellos como los citados, tienen toda la pinta de ser clamorosos actos de injusticia social, no exentos de violencia institucional contra los más débiles. Y por consiguiente, actos alejados en todo momento de cualquier principio verdaderamente democrático.
¿Por qué ese ensañamiento con quienes no tenemos capacidad de defensa? Y por favor, le ruego que no me saque a relucir algo tan virtual, como eso de que nos asisten una serie de derechos como ciudadanos, porque, salvo en muy contadas ocasiones, esos derechos brillan por su ausencia.
En cuanto a retrasar la edad de jubilación hasta los 67 años, motivo por el que le escribo, es a todas luces y por varias razones, improcedente, injustificable, alejado de todo principio democrático y, por supuesto, sumamente injusto.
Si como estamos viendo, al cumplir un asalariado los 50 años de edad los empresarios recurren sistemáticamente al despido o a la prejubilación, porque le consideran viejo para desempeñar su trabajo, el hecho de retrasar la edad de jubilación, va a generar, salvo en muy contadas excepciones, mucho más desempleo. Es cierto, que muchos de ellos, al quedar en paro, cobrarán durante un año una prestación por desempleo, pero... ¿en qué situación de desamparo van a quedar después? Con 50 años de edad nadie les va contratar y como todavía les faltarán entre 15 y 16 años para, en caso de no morir antes por desesperación, poder acceder a la jubilación, el futuro que les aguarda se adivina más negro que la conciencia de George Bush II, ex emperador de Usakilandia.
Juguemos al bonito juego de las suposiciones, y ya puestos, supongamos que los empresarios, tan aficionados que son ahora a despedir a los trabajadores, cuando estos rebasan la edad de los 45-50 años, deciden conservar en sus puestos de trabajo a una amplia mayoría de ellos hasta los 67 años de edad, ¿qué pasará entonces con los jóvenes que demanden su primer empleo? Pues muy sencillo, que sus posibilidades de encontrar trabajo se reducirán drásticamente. Cualquier malpensado, diría que es precisamente ese el objetivo a lograr. Ya que si se consigue que tarden varios años en dar comienzo a su vida laboral y los empresarios deciden volver a las andadas, despidiendo por “viejos” a aquellos trabajadores de 45 o más años, tienen muchas posibilidades de que al llegar a la edad de jubilación, se encuentren con que no tienen los suficientes años cotizados y cobren su pensión en estampitas.
Como está más que demostrado, que el invento ese de la Caja Única de la Seguridad Social, además de ser una amenazante espada de Damocles sobre la cabeza de los trabajadores, hace agua por todos lados, ¿no estará la solución, en incluir también las pensiones de los asalariados en los Presupuestos Generales del Estado, como una partida más? Le sugiero esto, porque así se hace con las pensiones que reciben ustedes los políticos, los clérigos y los militares. ¿Por qué no se hace esto mismo con las pensiones de los trabajadores? ¿Somos todos iguales en este país o somos los trabajadores ciudadanos de segunda clase y es por esta razón que se nos margina?
Si para los políticos, es suficiente cotizar durante 8 años para acceder a las pensiones más altas, (en algunos casos solo son necesarios cuatro, e incluso en otros, con jurar el cargo ya la tienen garantizada) ¿qué explicación tiene el hecho de que los trabajadores, para acceder a una pensión que en muchos casos se puede calificar de hambre, tengamos que cotizar durante 35 años? ¿Considera esto justo? Para mi, es una prueba más de que este país se asemeja demasiado a un enorme embudo, en el que un grupito de privilegiados se acomodan olgadamente en la parte ancha del mismo, mientras que a los trabajadores se nos condena a todo tipo de estrecheces en la parte más angosta. Lo que popularmente se conoce como aplicación por decreto de la ley del embudo.
Tanta injusticia y tanto palo continuado a los currantes, nos lleva a hacernos algunas preguntas para las que no conseguimos encontrar respuesta; ¿Les debemos los trabajadores algo a ustedes los políticos? ¿Hemos cometido con ustedes algún error imperdonable? ¿Por alguna razón que no alcanzamos siquiera a imaginar, nos han cogido ustedes manía? De existir alguna razón como las citadas o parecida, lo mejor es aclararlo cuanto antes y si tenemos que pedirles perdón por algo que no les ha gustado, lo pedimos y punto. Cualquier cosa, antes que seguir recibiendo cada dos por tres, hostias como hogazas.
Negro futuro nos espera a los trabajadores en este país, con una clase empresarial que solo sabe hacer rentables sus empresas mediante la explotación de los trabajadores. Un trabajador sin ningún tipo de derechos, (poco falta ya para que se de plenamente esa situación) es un esclavo.
Y termino con algo inquietante, señor Corbacho, ¿tiene ese retraso de dos años para acceder al cobro de la jubilación, un trasfondo macabro? Lo digo, porque en esos dos años extras, más de un aspirante a jubilarse morirá y... ¡¡¡albricias!!! el Estado se ahorrará un pastón.
¿Existe algún Mesías salvador, dispuesto a liberar a los trabajadores de tanta opresión? Pues no; no existe, al menos, mientras el bipartidismo PP-PSOE, siga tan firmemente asentado en este país. Si maltratados estamos los trabajadores con un Gobierno del PSOE, jodidos, pero bien jodidos vamos estar, si las próximas elecciones las gana el PP. El cinismo y la falta de ética del Partido Popular haciendo oposición es de récord Guiness. No solo no es capaz de hacer política de oposición sin caer en el insulto rastrero y fácil, sino que además, es incapaz de aportar soluciones alternativas al injusto aumento de dos años para acceder a la jubilación.
Los trabajadores, sin ser astronautas ni haber viajado al espacio, hemos caído de lleno en un agujero negro, del que me temo, no vamos a salir tan fácilmente.
En lo referente a la reducción del gasto público, como lógica solución para paliar el déficit presupuestario provocado por la crisis económica mundial, tengo algunas propuestas, muy democráticas todas, que le ruego haga llegar a su colega doña Elena Salgado, vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía y Hacienda.
Antes que nada, a cada cual lo suyo y esta crisis económica, para quienes con tanto empeño y esfuerzo, han logrado que sea una realidad incuestionable. Que nadie, y mucho menos, los trabajadores, los jubilados y aquellos que menor poder adquisitivo tienen, les arrebaten ni un solo ápice de su responsabilidad ni del derecho que les asiste a disfrutar plenamente de sus consecuencias.
Dejado claro este punto y para abrir boca, se puede reducir sensiblemente el déficit presupuestario, poniendo fin a los muchos privilegios económicos que sin justificación alguna, gozan determinados personajes y entidades, tanto públicas como privadas. Hago referencia, a quienes no pagan ni un solo céntimo en impuestos directos o cuando lo hacen, es en mucho menor cantidad de la que por sus millonarios beneficios, les corresponde; la grandes fortunas, la Iglesia Católica, la familia Franco, etc. A quienes cobran al mismo tiempo hasta tres sueldos públicos de miles de euros cada uno, y que lejos de esforzarse para aportarle algo a cambio a la sociedad a la que dicen servir, hacen manifiesta dejación de sus obligaciones; hecho, que se da en gran medida entre la clase política.
Se puede empezar también, por poner freno a la nefasta utilización de un dinero que todos llaman público, pero, que muy pocos, sobre todo algunos políticos, se acuerdan de que es de todos. Se sabe, porque algún medio lo hace público, que muchos políticos, como es el caso de M. Dolores Cospedal, cobra tres sueldos públicos de miles de euros cada uno al mismo tiempo, mientras que, según se denuncia en uno de los artículos publicado el periódico digital elplural.com y que le adjunto, se toca olímpicamente el higo. Por si esto no fuera suficiente, (y en la misma privilegiada situación se encuentran otros muchos políticos) cobra dietas y otras jugosas prebendas, y tiene derecho a un dinero, también público, para hacer frente a los que ella considere libremente, como gastos de libre disposición.
Poco, muy poco se llega a saber, sobre el flagrante abuso de poder y sobre la interesada utilización que se hace con el dinero público en este país, y se sabe poco, porque las cuentas de los políticos españoles son las más secretas de toda Europa, algo, que se presta a todo tipo de chanchullos y corruptelas.
Muchos políticos, sufren de incontenibles arrebatos de extrema generosidad con un dinero, que al ser público, es de todos y no solo de ellos, disponiendo de el según sea su particular antojo. Entre los muchos que hay, sirva como ejemplo el siguiente:
El Estado se va a ver obligado a ingresar a la popular cofradía sevillana de la Macarena una ayuda de 1.116.000 euros. Esta subvención tiene su origen en un acuerdo del Gobierno de Aznar en 2004 que le concedió esa ayuda, siendo Javier Arenas Vicepresidente y hermano de la cofradía. Más tarde, tras la llegada de Rodríguez Zapatero al poder, se decidió revocar y anular dicho acuerdo. Después de tres años de pleitos judiciales, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid da la razón a la cofradía de San Gil. "El Correo de Andalucía" publica hoy en exclusiva la noticia.
El texto, corresponde a un artículo publicado el día 13 de junio del año 2009, del que le adjunto una copia. La primera conclusión que se saca leyéndolo, es, que para algunos individuos resulta ser mucho más importante tener contento al ídolo y a sus materialistas parochus, que intentar socorrer parte de las carencias que padecen los ciudadanos de pocos recursos. En situaciones tan graves como la presente, no queda más remedio que meter el bisturí sin miramiento a todo gasto que sea superfluo y este en concreto, no cabe ninguna duda de que lo es.
Como escapa a mis posibilidades llegar a reunir toda la información sobre la utilización indebida del dinero público, que desde que llegó la... estooo... ¿la democracia? se viene produciendo en este país y que por desgracia es mucha, le adjunto unos pocos y muy recientes artículos publicados en el periódico digital elplural.com, en los que se denuncia esta antidemocrática práctica.
Y ya puestos, terminar definitivamente con la corrupción en las altas esferas. Que nadie, por mucho poder y amigos influyentes que tenga, se posicione por encima de la ley cuando comete actos de corrupción. Los primeros interesados en denunciar cualquier acto corrupto que cometan sus integrantes, deberían ser los propios partidos políticos, porque eso les daría credibilidad ante la opinión pública y de paso, dejaríamos de asistir a espectáculos tan bochornosos, como el que lleva años protagonizando el presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra.
Resulta de gran importancia también, rescatar de inmediato los muchos millones de euros que los chorizos de guante blanco tienen guardados en paraísos fiscales y que incomprensiblemente, nadie parece estar interesado en recuperar. ¿Por qué tanta pasividad ante tan grave delito? ¿Con qué padrinos cuentas dichos chorizos, para que no se pudran en la cárcel hasta que devuelvan todo el dinero robado?
Algo que no admite demora, es un reforma tributaria que haga más justa la recaudación de impuestos directos. Que aquellos que mayores ingresos tienen, sean en justa medida, los que más paguen. Es el momento de empezar a exigir a las grandes fortunas que dejen de hacer chanchullos “legales” (al menos como legales los acepta la Hacienda Pública) para cotizar solo una mínima parte de lo que, de acuerdo a sus millonarios ingresos, les corresponde y exigir a quienes no pagan un solo céntimo de impuestos directos, que lo empiecen a hacer de inmediato.
Ningún ciudadano de bien, comprende porque imperios económicos como la insolidaria e improductiva Iglesia católica, además de estar injustamente subvencionada con miles de millones de euros al año, no paga ni un solo céntimo de impuestos directos por los muchos e importantes beneficios que obtiene con sus lucrativas empresas. ¿Se puede calificar como saqueo, la mil millonaria cantidad de euros que el Estado le regala anualmente a la Iglesia Católica para sus gastos y para seguir llenando las ya más que repletas arcas del Vaticano? Aparte de los miles de euros que el Estado entrega a la Iglesia para que sea utilizado en ayudas sociales, Cáritas etc, se calcula en más de ocho mil millones de euros, el costo que anualmente ocasiona a las arcas públicas esta confesión monoteísta. ¿No sería mucho más justo, utilizar el dinero que se le regala a la improductiva Iglesia Católica, en mejorar las pensiones más bajas, en construir viviendas sociales, guarderías infantiles públicas, residencias públicas para ancianos, en mejorar la red y las instalaciones de la sanidad pública y, entre otros profesionales, contratar más médicos y policías? Solo daño le ha causado el NAZIonalcatolicismo a este país, y poniéndole fin, se daría un importante paso hacia la verdadera democracia.
Soy conocedor, de que todo ese dineral se le entrega a la Iglesia, porque existe un Concordato que así lo establece, pero hay que tener en muy cuenta, que al haber sido firmado sin el refrendo del pueblo, que es una vez más el condenado a pagar, apesta a ilegal y a abuso de poder por parte de quienes estamparon su firma en semejante acuerdo, por lo que debe anularse de inmediato. Ahora bien, si algunos potentados y políticos desean ser generosos con un país extranjero, como lo es la riquísima y ostentosa Ciudad del Vaticano, nada que objetar, mientras esa generosidad salga única y exclusivamente de sus bolsillos.
Como al dinero público, es decir, el de todos, no lo respeta ni dios, miles de euros van a parar también al sostenimiento de muchas Fundaciones de reconocida inutilidad, que han sido creadas con un solo cometido; cobrar jugosas subvenciones públicas. Le pondré solo dos ejemplos: la FAES del señorito Aznar, en la que aparte de filosofar en plan facha sobre como joderle la vida al pueblo a cambio de un altísimo costo, nada positivo aporta, y la dedicada al generalito Franco, un siniestro personaje mucho más corto de mente que estatura, cuyo único mérito ha sido el de traicionar a todos los españoles de bien. Un golpista, que apoyado incondicionalmente por la Iglesia Católica, la Alemania nazi, la Italia fascista y el capital liberal interNAZIonal, y favorecido por la traición de Francia y del Reno Unido al Gobierno legal de la II República Española, provocó una cruenta guerra entre todos los españoles, con el triste balance final de un millón de muertos; sumió a España en la más profunda de las miserias y persiguió, torturó y condenó a muerte con desmedida crueldad, a todos aquellos que no pensaban como él. ¿Hay derecho a semejante afrenta? No, por supuesto que no lo hay. Pero, como en este país, a quienes reclaman por una injusticia, se acostumbra a aplicarles el conocido principio de; llámame perro y échame pan, que ni puto caso...
Otro despilfarro importante, lo encontramos en las diferentes Administraciones Públicas, tan repletas todas ellas de altos cargos y demás fauna política. Se puede entender eso de los compromisos, lo que resulta inaceptable, es tanto abuso. Me explico; un político, no es un ente solitario carente de familiares y amigos. Un político, se puede ver comprometido a colocar a un familiar o amigo en la empresa pública, regalándole un cargo de importancia sin merecerlo. Digamos, que hasta aquí, se puede aplicar eso de; ¡qué le vamos a hacer! Hay que ser solidarios con los familiares y amigos, sobre todo, si se trata de incompetentes a los que les gusta vivir de puta madre con dinero ajeno, pero carecen de capacidad suficiente para lograrlos por si solos. Lo que ya no es para nada admisible, es que el overbooking de esta clase de especímenes, haya llegado a tan descomunal cantidad en las ya citadas Administraciones Públicas, que han convertido a estas en asilos de lujo. ¿Y el pueblo... ? Pues lo de siempre; mientras la soberanía popular siga brillando por su ausencia, condenado a pagar y a callar.
Se pueden calificar también de despilfarro, las subvenciones y demás favores económicos, que anualmente recibe el fútbol. ¿No son acaso empresas privadas los equipos de fútbol? Pues que con su pan se lo coman. El dinero público, que insisto en recordar que es de todos, debe ser empleado siempre en favor de la colectividad, nunca, para sanear la economía de empresas privadas que gastan alegremente el dinero en fichajes, pagando cantidades desorbitadas que, en muchos casos, están por encima de sus posibilidades. Por si esto fuera poco, para que la coña marinera sea completa, se establece por decreto, que los futbolistas de elite, que son los que más ganan y que aparte de participar como arreapatadas en un negocio espectáculo que se empeñan en llamar deporte, poco o nada hacen de verdadero provecho, paguen una mínima parte de lo que por sus altísimos ingresos les corresponde cotizar. Señor Corbacho, ¿es acaso pecado o delito ser trabajador, jubilado o persona de pocos recursos? Si no es así, le ruego que tenga la amabilidad de explicarnos porque razón se nos trata con tanta dureza y desprecio, un día si y otro también.
Algo que me preocupa hasta el punto de no dejarme dormir, es hasta donde llega la suspensión de militancia con que el Partido Popular a “castigado” a Ricardo Costa, secretario general de ese partido en la Comunitat Valenciana y portavoz en las Corts de dicha Comunitat. Y a Manuel Cobo, vicealcalde de Madrid. Imagino, que ese “castigo” y el de otros militantes implicados en el caso Gürtel o en otros, (que hay muchos donde elegir) no irá más allá de unas vacaciones pagadas y que se les estará respetando de forma escrupulosa sus altísimos sueldos, el seguir contando con un pastón para gastos de libre disposición, dietas y otras jugosas prebendas, porque de no ser así... ¡Ángelicos, se podrían traumar! Algo normal, eso de cobrar un sueldo público sin dar palo al agua, si tenemos en cuenta que muchos políticos no necesariamente tienen que dar el callo para hacerse merecedores a cobrar un sueldo de miles de euros al mes, y en ocasiones y como mal menor, es mejor que no hagan nada, ya que algunos, acostumbran a comportarse como aparatos digestivos y cada vez que tocan algo...
Sabido es, que algunos políticos se han llevado, se llevan y por desgracia, se seguirán llevando la pasta gansa, aplicando la ley del mínimo esfuerzo. Ejemplos hay muchos, le citaré dos; durante unos años, Felipe González estuvo cobrando el sueldo de diputado sin aparecer prácticamente por el Congreso y lo mismo hizo también durante un tiempo, el del señorito Michavila, que como recordará, siendo diputado, dedicaba su tiempo a atender su despacho de abogados y a la representación de artistas como Shakira, en vez de cumplir con sus obligaciones como empleado público. En la actualidad y si no estoy en un error, los dos han renunciado a sus actas como diputados y en principio, esa situación anómala ya no existe.
No pretendo exagerar, pero me temo, que hechos como los citados tienen toda la pinta de haberse convertido en deporte nacional entre la clase política. Total, el pueblo aguanta con todo lo que le cae y paga sin rechistar...
Me duele decirlo, pero todo apunta a que en el PSOE, (la gran esperanza fallida para quienes de verdad somos de izquierdas) la O de obrero murió hace muchos años y la S de socialista, si no siguió la misma suerte, debió quedar en estado terminal o al menos, malherida. Es la única explicación que encuentro a tantas carantoñas de su partido con el capital liberal interNAZIonal y con hacer política de derechas. Quizás, todo ocurrió en el Congreso de Suresnes, o mucho antes, cualquiera sabe. También puede ser, todo es posible, que tan luctuoso hecho se produjera en fechas en las que el PSOE negociaba con los representantes del franquismo, su regreso del exilio. Había que renunciar a determinados principios ideológicos, para poder comerse un rosco en la política española y...
Muerta y enterrada la O de obrero, la pregunta es; ¿Ha ocurrido lo mismo con la S de socialista? Lo digo, porque los trabajadores, los jubilados, y las personas de pocos recursos, (colectivo este último, que crece a pasos agigantados en España) llevan años buscando dicha sigla en el comportamiento político del PSOE y no consiguen verla por ningún lado. ¿Se imagina usted lo mal que lo tiene que estar pasando Pablo Iglesias en la otra vida?
Espero haber contribuido a dar soluciones justas y democráticas para garantizar eternamente las pensiones de los trabajadores y dejen de ser estas, motivo de preocupación para este y para cualquier otro Gobierno en el futuro. Y también, para reducir de forma efectiva el gasto público, sin que los más elementales principios democráticos dejen de estar presentes.
Considero, que además de justas y muy democráticas, las soluciones que modestamente le propongo, son de fácil implantación, ya que tan solo es necesario tener el suficiente coraje político, para ponerlas en práctica sin demora.
CHE-CHU
Ante tanta injusticia salarial,tanto desempleo, tanta falta de dinero, tanta hambre y mendicidad creciente, tanta inmigración ilegal que ni se sabe ya los millones de individuos maleantes que han entrado en España, y ante tanto robo violento sin vigilancia policial, no extrañará que cualquier día se suprima la Constitución y los partidos políticos y se implante la ley marcial.
ResponderEliminarEnhorabuena por la carta, me gustaría que e eñor celestino corbacho la llegara a leer algún día y se avergonzara (caso dificil ya que en el vocabulario de los politicos de este país no existe esa palabra). En cuanto al socialismo..., en este país el socialismo ya no existe desde hace mucho tiempo, si Marx, o sin ir tan lejos, el propio Pablo Iglesias levantasen la cabeza se volverían a morir del disgusto al ver en lo que se ha convertido su obra. Por la parte de la "democracia" de este país, decir que sí democracia de puertas para fuera, pero..., de puertas para adentro esto se parece m´s a un regimen totalitarista, ya que desde el momento que un partido puede gobernar solo en mayoría absoluta practicamente sin haciendo lo que le da la gana, y desde el preciso instante que se toman decisiones vitales que afectann a la gran masa de ciudadanos sin ni siquiera hacer una consulta popular, desde ese momento, cualquier democracia se convierte en totalitarismo. Por último invito a visitar mi blog a quien lea esto en http://www.movilizacionya.blogspot.com/ ya que por desgracia soy uno de tantos en situación precaria (aunque reconozco que hay mucha gente peor que yo) y me ayudaría mucho este tipo de visitas. Gracias.
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