AQUELARRE EN TORONTO

El tercer aquelarre G20 celebrado por un grupo de incompetentes antisociales desde el inicio de esta salvaje crisis económica, que ha provocado un considerable aumento de la pobreza a nivel planetario, además de haber sido un completo desastre, porque sus iluminados asistentes acudían con el firme convencimiento de que lo más justo para reducir su particular déficit público, ya lo habían impuesto por fascista decretazo en sus respectivos feudos, no ha establecido soluciones firmes y concretas, para que no vuelva a producirse otro desastre de similares o aun peores consecuencias, que, curiosamente, acabamos pagando siempre, quienes ni de coña tenemos culpa de nada.

Entonces... ¿A qué coño han ido a Canadá, toda esa pandilla de bestias pardas, que han demostrado ser más inútiles que un cenicero en una moto? Se me ocurre, que a hacer turismo de lujo alojándose en los mejores y más caros hoteles, degustar los más exquisitos manjares y paladear los más selectos vinos, mientas elucubran alguna nueva artimaña para exprimir el ya muy maltrecho bolsillo de los contribuyentes. Y ya puestos, han ido también, a filosofar sobre futbolburrología aplicada al pan y circo NAZIonal. Resumiendo; a correrse la juerga padre, porque eso de apretarse el cinturón en tiempos de crisis, no va con ellos.

Se ha publicado, que organizar la juerga del G20, le ha costado a Canadá la para nada despreciable cantidad de 300 millones de euros. Estando como estamos, padeciendo una profunda crisis económica, ¿no hubiera sido mucho más sensato realizar esta conferencia, cita, reunión o como se quiera llamar semejante aquelarre, mediante video conferencia? Estamos hartos de oír que TODOS tenemos que arrimar el hombro para salir de esta crisis, ¿cuándo va a se esto cierto?

En todos los países que estuvieron representados en este último G20, la pobreza lleva años creciendo sin dar respiro a los económicamente más débiles. En el caso de España, gracias a los contratos basura y a los sueldos de hambre, que son desde hace muchos años mayoría, el crecimiento de la pobreza se ha disparado de forma ostensible. Un 47% de los jóvenes que acceden a su primer empleo, obtienen ingresos que rondan los 300 euros mensuales y solo un 21%, alcanzan a cobrar 900 euros mensuales tras permanecer varios años luchando como gatos panza arriba, en el cada vez más salvaje mercado laboral. Lo que unido al altísimo costo de la vivienda, obliga a 8 de cada 10 jóvenes a vivir en casa de sus padres.

CHE-CHU