¡JODER, CON LA MACARIA SEVILLANA DE LOS COJONES!

A mediados del mes de junio de este año 2009, los medios de comunicación denunciaron un nuevo caso de apropiación indebida de dinero público. Ya se, que el abuso de poder y el reparto del dinero que pertenece a todos, entre un grupito de privilegiados y los capos de las mafias fácticas, en algo normal en las dictaduras fascistas.

Aquí, lo preocupante, es la sumisión de aquellos que las están pasando putas, como es el caso de trabajadores y jubilados, que consienten y amparan cada cuatro años con su voto, la galopante corrupción que campea a sus anchas en este país, a pesar de que golpea directamente a sus frágiles economías.

Dicho esto, me centraré en el caso que nos ocupa. Según los hechos, el Estado español, a través de los Ministerios de Fomento y Cultura, deberá pagar a la cofradía popular de la Macarena, la nada despreciable cantidad de 1.116.000 euros. (un millón ciento dieciséis mil euros) La explicación que ofrecen lo medios de comunicación, es de las pone de muy mala hostia, ya que deja claro, con cuanta ligereza utilizan los políticos el dinero público, que es de todos, para hacer con el lo que les viene en gana, sin que al parecer, nada ni nadie pueda impedirlo: El Estado se va a ver obligado a ingresar a la popular cofradía sevillana de la Macarena una ayuda de 1.116.000 euros. Esta subvención tiene su origen en un acuerdo del Gobierno de Aznar en 2004 que le concedió esa ayuda, siendo Javier Arenas Vicepresidente y hermano de la cofradía.

¿Desde cuándo es lícito que un capricho del señorito Javier Arenas lo tengamos que pagar de nuestro bolsillo todos los españoles? Si a este individuo le gusta practicar la idolatría, que se la costee él de su bolsillo y que no nos haga partícipes a los demás, de ese, a todas luces innecesario gasto. Por encima de cualquier culto o práctica idolátrica, están: El derecho a una vivienda digna y asequible para todos los ciudadanos; El derecho a la educación gratuita a y todos los niveles; El derecho a un trabajo y a unas pensiones debidamente remuneradas; El derecho a una sanidad pública sin listas de espera...

Pues parece ser, que para la diabólica Secta Católica; para los jueces de la Sala del Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid; y para algunos dirigentes políticos, en este caso del PP, el derecho a chulearnos la pasta por parte de una cofradía idólatra, está por encima de los citados en el párrafo anterior. Pues so; ¡JODER CON LA MACARIA DE LOS COJONES!

CHE-CHU