Si hay un experto en babear soplapolleces malintencionadas a diestro y siniestro, ese es sin duda el señorito Rouco Varela. Con fecha del 27 de agosto del año 2009, aparece publicada una nueva en los medios de comunicación, que por desgracia no será la última.
Cada vez que este aburguesado individuo con alzacuello y solideo abre la boca, es para cagarla y en esta ocasión no iba a ser menos. Yo diría, que como le sobra experiencia, cada vez la caga más y mejor. ¿Y cuál es la nueva estupidez que a soltado ahora el nene? Pues esta; “El origen y el fundamento de la soberanía popular reside en Dios” Y aunque parezca increíble, se ha quedado más ancho que largo.
Vamos a ver, don Rouquitiño; ¿No estás ya muy crecidito para soltar tonterías de semejante calibre? ¿No ves que ni Dios se las traga? Bueno si, aquellos enfermos de meapilismo agudo y en situación de irrecuperables, que gustan de comulgar a diario con ruedas de molino, las aplauden hasta con las orejas. Pero, afortunadamente, de esos cada vez quedan menos.
Vayamos al meollo del asunto. Rouco; angelico, princés y querubí del señorito Yahvé, ¿sabes tú que significa eso de SOBERANÍA POPULAR? Pues soberanía popular, viene a ser algo así como respetar la voluntad del pueblo por parte de los poderes públicos, (en el caso de España, fácticos) a la hora de tomar decisiones importantes que directamente le afecten. Y hasta un pocasluces como tu, sabe que en este país dicha soberanía brilla por su ausencia. Aquí todo se hace por Decreto. Te lo traduzco para que me entiendas; todas las decisiones que toman los responsables de los poderes fácticos y que afectan a la colectividad, se llevan a cabo mediante el sistema de ordeno y mando. ¡Que más quisiera el pueblo español que ser de verdad soberano!
Los poderes fácticos, y tu perteneces a uno de ellos, imponen su ley en este país por la fuerza y el pueblo a callar, porque al que se atreva a oponerse, le cae encima todo el peso del régimen neoliberal y fascista que ostenta el poder. Y eso, lo sabes tu muy bien, no hay Yahvé que lo pueda evitar.
De todas formas... ¿lo tuyo es cinismo, verdad? Pretender establecer que los derechos de los pueblos residen en un siniestro personaje, que como se puede comprobar en el libro de los horrores, (conocido popularmente, como el Antiguo Testamento) comete todo tipo de atrocidades contra indefensos mortales, tiene delito. Tu Dios, el sádico y tiránico Yahvé, es el responsable de todo el sufrimiento que padece la humanidad desde el principio de los tiempos. A esta bestia apocalíptica a la que tu llamas Dios, le debemos la creación una casta de zánganos, la sacerdotal, cuya única misión es la de embaucar, hostigar y reprimir la libertad del ser humano. Tu Dios Yahvé, cree tanto en los derechos humanos, que establece en Deuteronomio, cap. 15, vers. del 7 al 18, leyes sobre el trato que deben recibir los esclavos. Ese enfermo de misoginia que tienes por Dios, define a la mujer parturienta como impura y determina en Levítico, cap. 12, vers. del 1 al 6, que es doblemente impura, cuando la nacida es una niña. Y como el Antiguo Testamento está repleto de todo tipo de maldades y aberraciones cometidas por tu Dios, para no extenderme demasiado, te citaré solo una más; En Éxodo, cap. 23, vers. del 27 al 30, promete exterminar a pueblos enteros.
Sobre la macabra organización sectárea a la que tu perteneces y en la que ocupas un cargo destacado, poco hay que decir que no sea ya sobradamente conocido. Solo recordarte dos cosas, que a la siniestra inquisición, nacida de vuestra retorcida maldad sectaria, que con empecinado sadismo y crueldad, generó cientos de miles de víctimas inocentes, la seguís calificando de santa y aunque a día de hoy no podáis llevarla a la práctica, (seguro que no es por falta de ganas) la mantenéis vigente con el pomposo nombre de; Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe. Y que esa misma secta católica, a la que no te olvides, tu perteneces, se sigue negando sistemáticamente a firmar la Carta de Derechos Humanos; El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; Y el Pacto Internacional de derechos Civiles y Políticos.
Volviendo al tema que nos ocupa, el Dios al que tu te refieres, lejos de ser origen y fundamento de soberanía para los pueblos, es más bien todo lo contrario; origen y fundamento de opresión y sometimiento dictatorial para los ciudadanos de a pie, que se traduce en perdida de derechos y libertades.
CHE-CHU
Recuerdo una tira de Mafalda en que busca en el diccionario la palabra "democracia" y lee: "De 'demos', pueblo, y 'cracia', gobierno. Dícese del sistema político en que la soberanía reside en el pueblo".
ResponderEliminarLa última viñeta es Mafalda retorciendose de risa señalando el diccionario...